sábado, junio 05, 2010

PSIQUIATRAS PARA PAISES

Si Israel fuese una persona, un psiquiatra habría ya dictaminado que no distingue el bien del mal y por tanto no está en condiciones de relacionarse con sus semejantes o gobernarse a sí mismo, debido probablemente a un trauma infantil no superado que le hace sentirse como una víctima siempre que se contradicen sus más mínimos deseos, al mismo tiempo que mimetiza cada vez más los modales de su antiguo agresor.

Como no es una persona, sino un Estado -un estado muy bien relacionado - a Israel se le permiten cosas que no se pasarían por alto ni a personas ni a otros países.

Como es paranóico, megalomaniaco, y con importantes trastornos de identidad, será capaz de negar evidencias fotográficas, forenses, testimoniales, etc. de su repugnante comportamiento, aludiendo siempre a su pasado traumático o a conspiraciones internacionales para acabar con él, centro del universo, pueblo elegido por el mismísimo Dios (el único que hay, y que es casualmente el suyo) para santificar la tierra con su presencia, si alguien se atreve a cuestionar sus actuaciones.

Israel ha dicho que si permitiera a los barcos de ayuda romper el bloqueo, Gaza se convertiría en un nido de terroristas iraníes. Y en eso tal vez esté en lo cierto.

Lo que no ha dicho es que Hamás existe como reacción a su desverguenza asesina.

Lo que no ha dicho es que todo este radicalismo islámico es consecuencia directa de esta juerga de putas, chulos y subnormales en la que él y sus amiguitos han transformado la alta diplomacia del mundo.

Como encima tiene a su favor la pasividad de Europa (una transexual alemana demasiado preocupada por la cosmética como para plantearse siquiera una intervención seria en el asunto), yel retraso mental de Usa (un chulito entrado en carnes con tendencias sadomasoquistas y que no sabe escoger a sus amigos), la cosa pinta realmente mal. Ni la putilla europea ni el chulo de piscinas americano parecen ser conscientes de hasta qué punto la locaza israelí está viciando el ambiente en esta nuestra querida discoteca Mundo. Y la ONU? Ésa ni se entera, está siempre colocada en los lavabos de la historia, parloteando sola acerca de su supuesta relevancia, delante del espejo, y sin darse cuenta de que es fea, tonta, risible, y buena para nada.

Mención especial merece Turquía, una muchacha apegada a su tradición y al mismo tiempo moderna y avanzada, que ansiosa por unirse al círculo de la putilla y el chulo no tiene empacho en afirmar 'que a partir de ahora va a hablarse con Israel lo mínimo'. Lo que no harán algunas por conseguir una entrada gratis a la disco!

Lo Mínimo? Qué quiere decir Lo Mínimo? Lo Mínimo para que todo continúe? Lo mínimo para el bien de nuestras mutuas empresas? Lo Mínimo para quedar bien?

Por Dios, qué mundo. Y menos mal que la China ha llegado para salvarnos a todos. Ja!

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miércoles, diciembre 31, 2008

Estimados amigos: He estado lejos, muy lejos, más lejos de lo que ningún hombre ha estado. He visto al amor sonriendo entre las rejas de la ventana de un manicomio estatal en Tetouán. He visto las manos del Levante arrancando de cuajo una palmera más vieja que mi alma. He visto el brillo ebrio de los ojos en la música de una lámpara de gas.

Estoy en la ciudad roja. Tengo que dejar todo atrás, y empezar otra vez, en la ciudad roja.

sábado, diciembre 30, 2006

Es un asunto triste tener que denunciar la injusticia cometida contra un auténtico hijo de puta. Pero una injusticia es una injusticia, independientemente de quien la padece.

Sí, queridos hermanos, Sadam Hussein ha sido, ejem, ajusticiado tras el juicio-farsa al que fue sometido. De noche, sin previo aviso, al estilo de la mafia ejecutando a uno de sus capos porque se ha convertido en un testigo incómodo.

Ah, ese Bush asegurándonos que Sadam podía hacer blanco con sus armas de destrucción masiva en el punto del planeta que eligiese en cuarenta y cinco minutos, y acto seguido dándole un ultimatum de veinticuatro horas para que se entregase (sin duda para concederle veintitrés horas y quince minutos para destruir Washington)...

Ah ese Aznar tan nuestro, cada vez más parecido a su guiñol, jurándonos por su honor de caballero que Sadam tenía armas de destrucción masiva (¿Seguirá creyéndose un caballero porque usa corbata? ¿Es que no hay nadie que se atreva a decirle a ese señor que el honor a veces se pierde, y que una vez perdido se ha perdido para siempre?)...

Ah, ese Irak mucho más seguro y demócratico y rico y maravilloso desde que llegó la justicia...

Ah, esa antigua amistad de Sadam con los americanos, tan limpia, tan financiera, tan económica...

Ah, esas cosas que Sadam sabía de estos justicieros nuestros, y que ya nunca podrá decirnos...

Sí, sin duda era lo mejor. Cargárselo de noche y sin aviso. ¡Y todo legal, por supuesto!

PARA ANGELITO

Angelito, estás triste y tu corazón desea belleza, pero yo ahora no puedo dártela, porque también estoy triste. Tú lloras el amor que debe acabar, pues rasga el corazón con agudos zarpazos de muerte, como un niño pequeño de colmillos afilados; yo lloro el amor que quiere comenzar y no puede porque está atrapado entre las ruedas dentadas de esta enorme maquinaria ciega en la que hemos convertido el mundo.

¿Cómo puedo encender desde dentro la belleza de las cosas puras y simples que moran como animales de sombra en el revés de los recuerdos, si al volver de Marruecos dejé allí mi alma? Ahora solo puedo llenar de lágrimas los escasos huecos que me deja la furia, relámpagos pánicos, risas de hierba abatidas a tiros, ragnarok bajo el abrigo donde antes latía el corazón,

quiero romper la escalera por donde trepan los gusanos, dormir con los ángeles oscuros, apartar de mi rostro la telamuerte,

medrar por los ojos sin tiempo de mi amigo amado, grabar mi nombre en su corazón verde de bronce, quiero acariciar el lomo de la luna menguante donde los muertos levantan sus ciudades amarillas de espanto, trabajando noche y día en los túneles del sueño, escupiendo los cementerios vacíos, quiero amansar esta pesadilla que me aflige y te aflige,

Oh el Amor, semilla de lágrimas, palabra de muñeco, cuchillo de sangre dura, cocodrilo roto. En el centro del Universo mi cabeza te canta, mi boca te muerde, mi mano te empuña. Y en tus ojos un ratón blanco fatiga el laberinto llevando entre los dientes un pecho humano y vacío.

Es por eso, Angelito, que desconozco la belleza, y aún así día tras día...
Acúsame de no conseguirlo, pero no de no intentarlo...
No te afligas más, Angelito, por llevar a un dios escondido en tus ojos... Tú, no ella, fuiste el Amor; ésa es la verdad que a tus amigos nos basta.

Y lo demás no es más que literatura.

jueves, diciembre 28, 2006

IMÁGENES TELEPÁTICAS DE LASNAIT

El chaval se aburre sentado en un banco de piedra... atardece entre los árboles del jardín. Hay una estatua de Voltaire y más allá otra de Sócrates, de rodillas, practicándole una felación a Alcibíades. A lo lejos, risas y el sonido de una flauta hipnotizando el aire dorado. Torreones de un palacio asomando tras los árboles.

El chaval ha discutido con sus padres y se ha escapado de casa. Así aprenderán, piensa. ¿Dónde ir ahora? Está hambriento, cansado... Lasnait lo espía, oculto tras una roca. El muchacho no se da cuenta. "Bien, bien, bien, qué tenemos aquí", piensa Lasnait con los ojos brillantes. "Vamos a ver... esbelto como una gacela, todavía un adolescente... hermosos muslos, rizos oscuros... ¿Debería abordarle? La tradición de los clásicos me autoriza. ¿Qué puede ser más noble que intentar emular en todo a los sabios de antaño?".

Para llevar a buen puerto sus perversos planes de seducción, Lasnait decide utilizar la historia de la Novia Misteriosa que tan buenos resultados le ha dado en el pasado. Roza los muslos del muchacho con los dedos de su imaginación, sube con su mano invisible introduciéndose en el pantalón corto, donde el miembro en reposo dormita. El muchacho da un respingo al sentir de pronto a Lasnait sentado a su lado.

"Te he contado alguna vez lo de la Novia Misteriosa?", dice Lasnait con su sonrisa de chacal.
"No, señor". El muchacho mira hacia otro lado, lleno de verguenza.
"Llegó la primera vez cuando yo todavía no había nacido, sin embargo ya entonces la vi, lo recuerdo perfectamente. Hablaba con mi madre en un idioma extraño, y yo la escuchaba a través de la pared del vientre, flotando en el líquido amniótico... de pronto, ella toca el vientre de mi madre, simplemente lo toca y lo vuelve de vidrio... me mira fíjamente, yo la miro, ella deletrea mi nombre con rabia, como si lo mordiera, y mi madre sigue hablando sin enterarse de nada... entonces la pared del vientre se vuelve opaca otra vez y todo se oscurece. Ésa fue la primera vez que la vi".

El chaval se siente mareado, tiene ganas de vomitar. La noche desciende sobre el jardín como en un sueño y los pájaros callan. Un ladrido lejano. La luna sale y el muchacho escucha el sonido adormecedor de los escarabajos atareándose bajo la hierba, manos invisibles revolviendo cajones de ropa, la voz del extraño que le hace sentir un cosquilleo de placer por debajo de la náusea, por debajo de su pantalón corto...

"La ropa es la náusea", piensa el muchacho.

Lasnait continúa su historia. "Pasan los meses, pasan los años, y ella está siempre acompañando a mi madre, haciéndose pasar por su amiga, se queda conmigo, me lleva al parque, me cuida, cuida a mi padre enfermo... mi padre muere y mi madre está destrozada, entonces ella se muda a vivir a nuestra casa. Y ella habla un idioma que yo no entiendo y que todo el mundo parece entender perfectamente. Y no envejece nunca, pero nadie excepto yo se da cuenta. Déjame pensar... yo tengo unos ocho años y ella me ayuda a vestirme todas las mañanas y me peina y me lleva al colegio, tenemos que seguir el curso del río, una alameda de grandes árboles... me lleva siempre por los caminos más solitarios, y luego, por la tarde, me trae... me lleva a rincones ocultos en el parque y me toca, o crea niebla y nadie puede vernos y me toca y me besa, yo siento su pelo largo y negro rozándome el rostro y su olor a nada, a barro de la lluvia alrededor y a viento entre los árboles. Una vez se queda mirando fijamente las aguas del río y de pronto éstas empiezan a fluir en dirección contraria, tendrías que haber visto a los peces... eso me saca de quicio y desde entonces lo hace muchas veces sólo para joderme... ella se ríe y me chupa la sangre, literalmente, pero yo soy un niño y estoy enamorado... los médicos no se explican mi debilidad, mi madre me lleva a los mejores sin sospechar que esa mujer, su amiga, está devorándome poco a poco...".

Cuando creó a Lasnait, Ka le proporcionó la memoria de una infancia ficticia en cuya trama él, Ka, aparece travestido como una mujer misteriosa, mortal y fascinante, una mantis. Ka adora los disfraces. Lasnait continúa su historia, y el chaval lo escucha con ojos soñadores, apenas entreabiertos...

"La náusea es la ropa".

IMÁGENES TELEPÁTICAS DE KA

Ha llegado la hora de salir. Ka se arregla minuciosamente: pantalones de seda, camisa blanca de puños duros, corbata negra, una chaqueta de piel humana cuyos botones son dientes y que compró en un mercado de los Balcanes justo después de la guerra, bastón, guantes cubiertos de vello púbico... para adornar su cabeza escoge un gorro frigio en cuyo lado inserta un naipe de tarot, El Mago.

Ka avanza deslizándose entre las sombras de su escondrijo lleno de telarañas y sale a dar una vuelta por la ciudad.

"Buenos días, señor Ka. Bonita chaqueta".
"¿Dando un paseo? Bonita chaqueta, señor Ka".
"¿Necesita un taxi? Bonitos guantes, bonita chaqueta".
"En verdad os digo, es un verdadero gentleman".
"El último arbiter elegantiae que nos queda".

Sollozos de la multitud.

Ka extiende sus manos hacia el horizonte de edificios y calles que se acerca rápidamente hacia él. Después, un corazón de luz que palpita como una luciérnaga y se desvanece lentamente...

"¡Dios mío! ¿Habéis visto eso?"

Ahora Ka está borracho en un bar de las afueras. Se dedica a imitar mis modales. Tiene la esperanza de que algún conocido mío se acercará confundiéndolo conmigo y entonces podrá hacerse con mi paradero por medio de preguntas astutas.

"Un hombre que logró sobrevivir a algo muy triste y oscuro, y que de pronto vuelve a ser llamado a esa oscuridad... está condenado a seguir una dirección inevitable, pierde lo poco que le queda, el derecho a salir de la repetición, silencioso y ciego como una hormiga en la fila".

La gente se aparta de él y sale del bar o se marcha a sentarse en las mesas más alejadas.

"Dios... ¿quién coño es ese tío?".
"¡Hiede!".
"Has visto cómo mira a los muchachos del billar? No me gusta".

Ka pide un gin-tonic que brilla en la penumbra como un pequeño iceberg azulado.

"Cuando nací, la luna menguaba en el cielo. Y entonces la Desesperación, la Tristeza, la Ruina y la Poesía se inclinaron amorosamente sobre mi cuna... er... ¿os he contado mi sueño del barrio inundado de uñas y cabellos desbordándose por las ventanas de los edificios? Mi amigo imaginario... las borracheras en el huerto de naranjos bajo la luna fría y neutra ausente, la soledad interminable y desnuda como un páramo...".

Deja escapar un sollozo teatral. ¡Desde luego, he de admitir que me conoce bien!

"Uno no escribe lo que quiere sino lo que puede, queridos".
"Este mundo, este mundo asqueroso donde a los niños les crece el pelo en los ataúdes".

El camarero se impacienta y la gente murmura. Ka siente el asco en sus intestinos, casi se cae de su taburete. Se levanta, cruza el bar, y entra en el lavabo de caballeros. Se sienta y caga. En la puerta alguien ha dejado escrito un poema:

"Cuando yo me muera
La hermosa mujer
Que es al mismo tiempo
Un pájaro carroñero
Se comerá mis vísceras
Mi piel y mi carne
Y llevándose mi esqueleto
Con su gran pico
En la montaña más alta hará con él un nido
Para sus crías".

Ka saca su navaja, se hace un corte en la yema del dedo, y escribe con su sangre debajo:

"¡Que te jodan, IMBÉCIL DE MIERDA!"

miércoles, diciembre 27, 2006

TODO LEGAL

Pero volvamos a vuestro mundo, que es mucho más edificante que el mío... una empresa de trabajo temporal me acaba de ofrecer una sustitución como recepcionista de hotel para la nochevieja... horario de 11 de la noche a 7 de la mañana... control de check in y check out, atención a huéspedes, preparación de las mesas para los desayunos... naturalmente se me exige el dominio de programas informáticos especializados, un trato exquisito y nivel bilingüe de inglés... precio: de 11 de la noche a 6 de la mañana cobraré 5.45 euros la hora gracias al plus de nocturnidad, como la señorita ha tenido a bien señalarme... de seis a siete de la mañana el precio será de 4.73 euros la hora, hay que hacerlo todo legal... estoy hablando del salario bruto, naturalmente... por ser nochevieja la empresa me regalará un bono de 30 euros... calculando por lo alto creo que sería capaz de ganar unos 65 euros por la noche... todo legal y según convenio... intento explicar a la amable señorita la diferencia entre legal y moralmente admisible, que nuestra época parece haber olvidado... le explico que entre las primeras medidas contra los judíos en la Alemania nazi estaba la prohibición legal de que éstos se sentaran en los bancos de los parques... le hago ver que la medida, a pesar de estar respaldada por el código penal alemán de la época, podría muy difícilmente definirse como intachable desde el punto de vista moral... le demuestro que resulta un poco patético que una persona inteligente y cultivada como ella pueda dormir con la conciencia tranquila después de intentar explotar a sus congéneres por el mero hecho de que las leyes la respalden... pero la señorita no parece comprender mi inmensa bondad al instruirla -soy el auténtico maestro de ética de nuestro siglo- y se siente ofendida y me repite que todo es legal... le insisto que la legalidad de una cosa no garantiza su validez ética, y que la ética debe prevalecer siempre sobre la legalidad... le aconsejo la compra inmediata de mi libro de poemas... le pregunto si cree que 65 euros por trabajar durante la nochevieja le parece justo... me replica que es legal... le repito que legal y justo puede no ser lo mismo, y que el hombre tiene como aspiración y deber irrenunciables la justicia, no la legalidad... y ella me cuelga.

Menos mal que Queque me ofreció anoche trabajar en su bar, El Pirata de Abajo, en nochevieja; de lo contrario la Ética tendría un nuevo mártir, quizá no tan elevado como Sócrates, pero sí -lo garantizo- tan pobre y jodido como él.

NOTAS SOBRE KA

Ka: para él, un poeta no es algo que eres, sino algo en lo que te conviertes a veces. Esto explica su conducta errática, los instantes de brillo, los abismos (los suyos y los míos).

Su corazón es un monstruo mudo. A veces un demonio lo toma al asalto. Entonces Ka habla diferente. Será también capaz de grandes cosas extraordinarias tales como levantar grandes piedras, conversar con los objetos y los animales, o invertir el curso de los ríos con la mirada.

En los lugares más escondidos de su espíritu los ángeles y los demonios celebran batallas o se ocultan para hacer el amor sin ser vistos por el Gran Jefe...

Lasnait busca a Ka para preguntarle ciertas cosas; Ka me busca a mí.

Escuchar música, tomar drogas, enamorarse, etc, son para Ka operaciones mágicas de escape. ¿De qué quiere escapar Ka? ¿De su apariencia de vida? Si conoce -por mor de mi bondad- el libre albedrío, ¿por qué no se pega un tiro, o se arroja por la ventana? ¿Acaso es un cobarde? ¿O tal vez detesta la brusquedad?

¿Por qué le gusta tanto hablar?

Esta es la transcripción de su primer sueño, que construyó íntegramente con elementos de los míos y ciertas reminiscencias de la habitación donde guardo el Horno (se debe entender que cuando Ka habla de su hermana, por ejemplo, está en realidad hablando de la mía- primeros intentos de suplantación...):

"Yo estaba en un hospital (pero era un edificio en construcción). Tenía que hacerme un análisis. Mi hermana me acompañaba, y de pronto veíamos algo extraño dentro de un espejo. Era algo que nos daba mucho miedo, pero no puedo recordar qué. Una mujer vieja intentaba enseñarme una palabra en un idioma desconocido. Las enfermeras sacaban a un hombre muerto de una habitación. El hombre se movía, pero al mismo tiempo estaba muerto".

"Hacía mucho viento y en la orilla había como grandes baúles, parecidos a ataúdes pero más grandes. Había un viejo naúfrago tirado en la arena. Las olas lamían sus cabellos muertos. Muy, muy viejo. Me pide agua y el sol le hace sufrir. Corro a buscar ayuda".

Para comprenderlo, sería necesario en primer lugar entender que Ka está siempre sentado frente a mí. Se reconoce como mi doble y vampiriza mi corazón. Todas las cabezas de la hidra, mordiéndose rabiosamente entre ellas, y mirándose en un espejo...

Ka conversa secretamente consigo mismo y éstas son algunas de las frases que emplea: "No me queda más dinero en el alma". "Allá donde voy, estoy yo". "Vete".

martes, diciembre 12, 2006

ESCLAVITUD, DIVINO TESORO

Hay dos maneras de acabar con la esclavitud. La primera consiste en eliminarla de la faz de la tierra. La segunda, en generalizarla. En efecto, en una sociedad formada íntegramente por esclavos la esclavitud dejaría de ser percibida como tal; se la consideraría como una condición, digamos, natural de la existencia, indistinguible de ésta; al desaparecer como concepto que sugiere un fallo en la condición natural del hombre ( la libertad), dejaría de ser percibida. Y lo no percibido no inquieta a la conciencia, no existe. Esta segunda opción -generalizarla- ha sido la elegida por nuestra sociedad para acabar con la esclavitud. Todo el mundo es esclavo, por lo que todo el mundo se piensa libre. DE TODAS LAS FORMAS DE ESCLAVITUD, LA ESCLAVITUD QUE SE DESCONOCE A SÍ MISMA ES LA MENOS HUMANA. Vivimos la menos humana de las épocas vividas por la Humanidad, ya de por sí poco dada a comportarse como un ser humano.

Cuando yo era joven -hace ya de eso casi tres mil años- la esclavitud era una catástrofe del Destino, lo más triste que podía sucederle a una persona. Podía suceder, sin embargo, que uno tuviese la fortuna de caer bajo el dominio de un hombre justo y sabio; la esclavitud desaparecía entonces, pues el esclavo permanecía junto a su señor conscientemente, y por voluntad propia. Tal fue mi caso: yo, hijo de un rey, no encontré mejor manera de dar sentido a mi vida que la de pasarla junto a mi señor Odiseo, en juicio y apariencia semejante a los dioses. La asombrosa degradación de nuestro siglo ha llegado a tal extremo que muchos, al leer esto, me mirarían con desprecio; los mismos que, acto seguido, firmarían sin vacilar una hipoteca que comprometería la mayor parte de sus salarios por el resto de sus vidas, y aún las de sus hijos, para mayor gloria no de un hombre justo, o un gran guerrero, o un sabio, sino de una entidad abstracta llamada Banco que pasaría desde ese momento a tomar el control absoluto de sus vidas. Tras lo cual, seguramente, se irían al cine o a tomar una copa muy satisfechos, pensando que son libres, porque no tienen que pedirle permiso al Banco para hacerlo. Preguntadle a un esclavo de la Roma Imperial si se consideraba un ciudadano libre porque su amo le permitía acudir a las veladas en el Circo, después de su trabajo. ¡Se partiría de risa! Pero nuestra época ha perdido el sentido del humor.

¡Y si sólo fuera el Banco! ¡Humanidad, Humanidad doliente y nunca lo bastante sodomizada! ¿Cuándo despertarás?

lunes, diciembre 11, 2006

LUNES...

He pasado el fin de semana reparando el pentagrama de protección que, como yo había sospechado, estaba levemente resquebrajado. Ahora debo averiguar por qué.

Nadie sabe por qué el pentagrama de protección se llama así. Lo cierto es que ni siquiera tiene forma de pentagrama. Puede o no puede tratarse de un objeto; he oído de pentagramas de protección que incluso prescindían de soporte físico. Funciona como una especie de ámbito dentro del cual no puedo ser percibido por mis propias creaciones ...algo así como el silencio de Dios que nosotros sentimos aquí en la tierra, pues se podría definir al hombre como el Elementario de Dios, que se oculta tras Su silencio del mismo modo que yo lo hago tras mi pentagrama de protección (quien no crea en Dios puede considerar esta frase como una simple metáfora).

Pienso en Lasnait: ojos traviesos, sesgados por una sonrisa de chacal adolescente, hay algo furtivo en él. Ka lo hizo nocturno, astuto, con alma de depredador. Una versión todavía más viciosa de mí mismo...

Mi vida se está volviendo tan extraña que ya no sé si he de considerarme afortunado o desgraciado. Soy homérico, tal vez uno de los últimos hombres homéricos que existen. He tenido la inmensa fortuna de encontrar en el mundo a mi compañero divino, el adolescente intachable que el Destino envía para confortar y asistir a los héroes, entre los cuales me cuento. Mi madre era una diosa, mi padre un albañil. Pero mi compañero se encuentra a miles de kilómetros, separado de mí por un mar de trámites burocráticos y leyes estúpidas con las cuales los abogados, los políticos y demás ralea gustan de llenar sus necias panzas. Esa panda de arrogantes imbéciles, cuyo poder haría palidecer de miedo al mismísimo Aquiles, han adocenado hasta tal punto el espíritu humano que a menudo pienso que todo lo que me rodea no es real, sino fruto de las alucinaciones provocadas por un demonio maligno y particularmente idiota. Siento entonces deseos de acabar con mi vida de una vez por todas; y sólo la esperanza de volver a ver algún día a mi amigo me detiene.

De todas formas, he de decir que hoy Pinochet duerme en las praderas inmóviles del país de los muertos. ¿No es maravilloso? Pero ha muerto de viejo, rodeado de los suyos. Así esta época honra a los déspotas y a los asesinos...