jueves, diciembre 28, 2006

IMÁGENES TELEPÁTICAS DE KA

Ha llegado la hora de salir. Ka se arregla minuciosamente: pantalones de seda, camisa blanca de puños duros, corbata negra, una chaqueta de piel humana cuyos botones son dientes y que compró en un mercado de los Balcanes justo después de la guerra, bastón, guantes cubiertos de vello púbico... para adornar su cabeza escoge un gorro frigio en cuyo lado inserta un naipe de tarot, El Mago.

Ka avanza deslizándose entre las sombras de su escondrijo lleno de telarañas y sale a dar una vuelta por la ciudad.

"Buenos días, señor Ka. Bonita chaqueta".
"¿Dando un paseo? Bonita chaqueta, señor Ka".
"¿Necesita un taxi? Bonitos guantes, bonita chaqueta".
"En verdad os digo, es un verdadero gentleman".
"El último arbiter elegantiae que nos queda".

Sollozos de la multitud.

Ka extiende sus manos hacia el horizonte de edificios y calles que se acerca rápidamente hacia él. Después, un corazón de luz que palpita como una luciérnaga y se desvanece lentamente...

"¡Dios mío! ¿Habéis visto eso?"

Ahora Ka está borracho en un bar de las afueras. Se dedica a imitar mis modales. Tiene la esperanza de que algún conocido mío se acercará confundiéndolo conmigo y entonces podrá hacerse con mi paradero por medio de preguntas astutas.

"Un hombre que logró sobrevivir a algo muy triste y oscuro, y que de pronto vuelve a ser llamado a esa oscuridad... está condenado a seguir una dirección inevitable, pierde lo poco que le queda, el derecho a salir de la repetición, silencioso y ciego como una hormiga en la fila".

La gente se aparta de él y sale del bar o se marcha a sentarse en las mesas más alejadas.

"Dios... ¿quién coño es ese tío?".
"¡Hiede!".
"Has visto cómo mira a los muchachos del billar? No me gusta".

Ka pide un gin-tonic que brilla en la penumbra como un pequeño iceberg azulado.

"Cuando nací, la luna menguaba en el cielo. Y entonces la Desesperación, la Tristeza, la Ruina y la Poesía se inclinaron amorosamente sobre mi cuna... er... ¿os he contado mi sueño del barrio inundado de uñas y cabellos desbordándose por las ventanas de los edificios? Mi amigo imaginario... las borracheras en el huerto de naranjos bajo la luna fría y neutra ausente, la soledad interminable y desnuda como un páramo...".

Deja escapar un sollozo teatral. ¡Desde luego, he de admitir que me conoce bien!

"Uno no escribe lo que quiere sino lo que puede, queridos".
"Este mundo, este mundo asqueroso donde a los niños les crece el pelo en los ataúdes".

El camarero se impacienta y la gente murmura. Ka siente el asco en sus intestinos, casi se cae de su taburete. Se levanta, cruza el bar, y entra en el lavabo de caballeros. Se sienta y caga. En la puerta alguien ha dejado escrito un poema:

"Cuando yo me muera
La hermosa mujer
Que es al mismo tiempo
Un pájaro carroñero
Se comerá mis vísceras
Mi piel y mi carne
Y llevándose mi esqueleto
Con su gran pico
En la montaña más alta hará con él un nido
Para sus crías".

Ka saca su navaja, se hace un corte en la yema del dedo, y escribe con su sangre debajo:

"¡Que te jodan, IMBÉCIL DE MIERDA!"

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